La importancia de verse bien radica sencillamente en estarlo. Es prácticamente imposible pensar que tu imagen exterior estará radiante si por dentro no lo estas. Por esta razón, resulta indispensable tener en cuenta todas las medidas a la hora de hablar de bienestar, sobre todo si te has sometido a algún procedimiento quirúrgico. Entre las medidas más sencillas pero imprescindibles al minuto después de una operación, está la utilización de la faja post operatoria.
Es importante saber que una faja post operatoria se utiliza luego de una intervención quirúrgica para contener los tejidos de la zona y estimular su recuperación, evitando el contacto directo de la herida con elementos perjudiciales del exterior. Su uso puede ser necesario luego de intervenciones delicadas, tales como: la liposucción o lipoescultura de la sección media, también las abdominoplastias o lipectomias.
El uso de una faja postoperatoria es totalmente necesario, principalmente después de una liposucción de la sección media o después de someterse a una abdominoplastia. Debido a que se tratan de verdaderas intervenciones quirúrgicas, las cuales requieren de paliativos y observación médica. Por ello, y más allá de su sentido estético, debemos tener en consideración todos los riesgos y por supuesto, todos los cuidados necesarios, como el uso de la faja.
Es por ello que los cirujanos plásticos, en un amplio consenso, recomiendan el uso de fajas postoperatorias, incluso, durante varias semanas después de un procedimiento médico. Se recomienda su empleo durante el día y la noche—según el caso particular de cada paciente—ya que lo que se desea al final de cuentas es mantener los tejidos en su lugar; ayudando de esta manera en el proceso de sanación y regeneración natural del organismo. Otro elemento a destacar tiene que ver con la forma y el nivel de compresión correcta de la faja, ya que estas deben limitar la inflamación postoperatoria, pudiendo también aumentar la facilidad de movimiento luego de una cirugía extensa como una abdominoplastia, ayudando en la medida de lo posible a la comodidad del paciente.
Según los especialistas, la gran mayoría de los pacientes sometidos a estas intervenciones, necesitan usar una faja postoperatoria, la cual deben usar prácticamente, durante todo el día, debido a que proporciona el soporte adicional para poder moverse o sentarse, por ejemplo, en una silla de oficina durante la jornada de trabajo. Es importante recordar mantener una buena postura, asegurando de esta manera el aplanamiento del tejido al momento de usar la faja.

Ventajas de las fajas postoperatorias
Algunos de los beneficios de usar una faja postoperatoria incluyen:
• Menos inflamación, ya que el uso de una faja puede controlar la inflamación y la incomodidad que esta puede causar
• Resultados más óptimos, ya que la presión de la prenda puede ayudar a reducir el riesgo de que se formen ondulaciones o bultos en la piel
• Ayuda a la movilidad del paciente, permitiendo retomar las actividades de manera más rápida y progresiva
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